Charles River Lab, una empresa de servicios de desarrollo de medicamentos que colabora con el Proyecto para niños A-T, logró desarrollar una prueba de laboratorio o «ensayo» para evaluar rápidamente miles de medicamentos aprobados para saber si algunos de ellos se pueden reutilizar para A-T. Debido a que los medicamentos que emergen del proceso de selección con resultados prometedores ya habrán sido aprobados para otras enfermedades, deberían tener un camino más rápido hacia la aprobación para el tratamiento de pacientes con A-T que el que tendría un medicamento nuevo.
El Proyecto A-T Children ahora ha dado luz verde a la compañía para pasar a la siguiente fase: ejecutar una pantalla piloto durante un período de dos meses utilizando un proceso altamente automatizado y controlado. Y luego, si la prueba piloto funciona sin problemas, el proyecto avanzará a una tercera fase: probar más de cinco mil compuestos para identificar medicamentos que corrijan un problema biológico observado en células de niños con A-T.
Completar la primera fase no fue fácil. El equipo de Charles River Lab tuvo que decidir qué defecto celular medir para determinar si un fármaco estaba teniendo un efecto positivo. Sabiendo que las células de los niños A-T tienen problemas para reparar el ADN dañado, desarrollaron y perfeccionaron minuciosamente un proceso para cultivar células A-T en una placa, las trataron con un fármaco potencialmente terapéutico, las estresaron con un químico que daña el ADN y luego midieron el nivel de una proteína que se esperaría que aumentara solo si el fármaco hubiera ayudado a restaurar la función de reparación del ADN de las células. Se tuvieron que realizar numerosos experimentos para responder a preguntas tales como:
¿Qué tipo de células de qué pacientes A-T se deben utilizar?
¿En cuántas células se debe probar cada fármaco (teniendo en cuenta que, idealmente, debería haber solo una capa de células para que sea más fácil ver lo que ha sucedido)?
¿Qué cantidad de la sustancia química que daña el ADN debe colocarse en las células y cuánto tiempo deben exponerse las células antes de medir los efectos?
¿Qué proteína se produce de forma suficientemente diferente en las células A-T y podría medirse para determinar si un fármaco ha ayudado a restaurar la función de reparación en las células A-T?
¿Cuánta mejora se debe ver en las células para que se considere significativa y probable que ayude a los pacientes?
¿La prueba seguirá siendo confiable y consistente cuando se traslade a un entorno industrializado que utilice tecnologías de robótica, automatización e imágenes a gran escala?
Con estas preguntas respondidas, el equipo ahora ejecutará una pantalla piloto usando los mismos métodos y tecnologías que se usarán más adelante para la pantalla completa. Y luego, si todo sale según lo planeado, examinarán más de cinco mil medicamentos en la tercera fase. Además de identificar «hits» (medicamentos que parecen ayudar a las células A-T), ejecutar esta pantalla puede generar nuevos conocimientos sobre la biología de A-T.
Este progreso nos alienta y esperamos poder brindarle otra actualización pronto. ¡Gracias a todos nuestros donantes y voluntarios que han ayudado a que esto suceda!
Brad Margus
Co-fundador de A-T Children’s Project / A-T Dad